Sony, Compañía líder en el mercado de los productos de audio, video y comunicaciones, con cuartel central en Tokio y sedes en las ciudades más importantes del mundo, ha tenido que llevar a cabo una serie de reestructuraciones en el último tiempo para poder salir con números financieros azules, los cuales, les han sido esquivos. Si bien, en el último periodo financiero, Sony ha logrado recuperarse, esto se ha debido a fuertes cambios internos.
Recientemente, Sony ha anunciado planes para retirarse del mercado de los televisores de Plasma. La Compañía, ha estado encarando fuertes presiones en esa área y no posee ninguna fábrica de paneles de plasma («Plasma Display Panel» o «PDP«) para poder apoyar ese negocio. Las ventas de PDPs por parte de Sony durante el año fiscal 2005, descendieron un 67% en comparación a las del año 2004 y la cosa, para el año actual, no parece ser muy diferente. Si a lo anterior, se añade el tremendo soporte que Sony ha entregado a los LCDs, la movida de salir del mercado de los plasmas era casi inevitable.
Con los PDPs fuera del espectro de Sony, la Empresa puede ahora enfocar todos sus esfuerzos al área de los LCDs donde ha obtenido un tremendo éxito. En Febrero pasado, se reportó que Sony fue número uno en ventas globales de TVs LCDs durante el último cuarto del 2005. Para aprovechar ese éxito, Sony y Samsung invirtieron $2 billones de dólares para expandir su fábrica conjunta de LCDs 7G. Tal inversión, aumentó la producción mensual en 50,000 unidades. Sony, ve un buen margen de ganancias para sus paneles de TV LCD de 40″ o más, luego, es lógico que la Compañía se centre en ese mercado y se prepare para la introducción de la nueva generación 8G.
Hace poco les contamos, que para poder asegurar más paneles con los cuales poder ganar la batalla de las TV de gran tamaño, Sony había firmado un contrato, en Julio, para la construcción de una nueva fábrica de octava generación (8G) de TFT-LCDs a través de S-LCD, la «aventura conjunta» con Samsung. La nueva planta debería estar en marcha durante otoño del año 2007, con un capacidad mensual de 50,000 paneles.
A inicios de este año, Sony tuvo que enfrentar una falla en más de 400,000 unidades de sus modelos LCD Gran Vega y Bravia de pantalla plana, debido a que se detectó que no era posible apagarlos luego de un prolongado uso.