Uno de los grandes «misterios» del nuevo Sistema Operativo de Microsoft, la Empresa fundada en el año 1975 por William H. Gates III y Paul Allen, es el DirectX 10 y como será su implementación en los juegos venideros. En efecto, se ha dicho mucho en relación a las «maravillas» de este nuevo DirectX de la Compañía de Gates, sin embargo, rondan más especulaciones que hechos reales, las cuales se ven reforzadas por la inminente salida de una serie de juegos desarrollados para sacar ventaja de esta nueva colección de APIs tales como el esperado Crysis.
Para quienes no manejen los conceptos, DirectX es una colección de APIs (del inglés «Application Programming Interface» o «Interfaz de Programación de Aplicaciones» que son un conjunto de especificaciones de comunicación entre componentes del Software), creadas para facilitar tareas relacionadas con la programación de juegos en la plataforma Microsoft Windows. El kit de desarrollo de DirectX es distribuido gratuitamente por Microsoft.
Según las últimas declaraciones de los desarrolladores de Microsoft, DirectX 10 acelerará algunas operaciones hasta 4 veces más que lo que se tiene hasta ahora.
El único problema de lo expresado en el párrafo anterior, es que eso no se reflejará en los FPS (del inglés «Frames Per Second» o «Cuadros Por Segundo«) sistema usado universalmente para medir la velocidad de un juego o aplicación.
Mientras el modo de renderización y programación de DirectX 10 puede efectivamente acelerar un código, esto no significa que los puntajes finales puedan acelerarse cuatro veces más.
La verdad, es que tal como muchos analistas han indicado, sólo luego de llevar a cabo extensas pruebas con el nuevo DirectX de Microsoft, será posible concluir cuan beneficioso es para las aplicaciones y sobre todo para los juegos de la nueva generación.