Recientemente, el genio creador detrás de las consolas de Sony, Ken Kuturagi, anunció que se retiraba del puesto de CEO de la división de juegos de la Compañía, lo cual, para muchos, implica un fin de carrera no muy feliz, debido a todo lo que ha sucedido con la consola PlayStation 3. El siguiente artículo no pretende criticar ni alabar a uno u otro bando del sector, sino más bien presentar dos puntos de vista diametralmente opuestos y los resultados que ellos han logrado.
Hasta el momento, y recalcamos que hasta el momento, de las dos consolas rivales japonesas, la PlayStation 3 y la Wii, surge una clara vencedora, la de Nintendo, la cual ha logrado posicionarse mucho mejor en el mercado que el «monstruo» que se suponía iba a ser la PS3.
De los resultados anteriores, existen algunas conclusiones y lecciones que pueden sacarse, no sólo para las próximas consolas, sino que para el futuro de la electrónica de consumo. En mucho tiempo más, la guerra entre la PS3 y la Wii, será recordada como un cuento de negocios que involucró mucha especulación, influencias, y decisiones personales; cómo el orgullo, las políticas y una abundancia de tecnología pueden esconder la simple verdad de lo que un consumidor quiere.
Kutaragi eligió armar su consola con la tecnología más poderosa posible. Le implementó un Disco Duro de 60GB, un chip gráfico de última generación, y el último «cerebro electrónico», el procesador Cell. Desarrollado por Sony, Toshiba e IBM, el Cell es una bestia de procesador que es capaz de llevar acabo siete tareas al mismo tiempo.
Todo lo anterior condujo a un costo a público de $600 dólares, un precio record para una consola, y llevó a la división a Kuturagi a tener números rojos del tipo de $1.7 billones de dólares. Recuerden que la Wii de Nintendo sólo cuesta $250 dólares.
Entre todas las innovaciones de la PS3, una cosa no cambió: el dispositivo de control, ese conjunto de palancas y botones tan enredado para un novato de la consola. Por supuesto, Kuturagi le incorporó la tecnología inalámbrica pero en resumen, el dispositivo se ve sumamente similar al que se puede encontrar en la PS2.
La pregunta obvia es: porqué cambiar algo ya instalado en más de 200 millones de hogares en el mundo? La respuesta también es obvia: porque hay más personas en esos hogares que no juegan videojuegos y, cientos de millones de hogares más a conquistar.
En la otra cara de la moneda, la respuesta de Nintendo a Ken Kuturagi, es el creador de Mario Bros. y una leyenda viviente del mundo de los videojuegos, Shigeru Miyamoto. Sin duda alguna, el Señor Miyamoto conoce al sector como a la palma de su mano. Esa es la razón por la cual él diseñó un revolucionario control sensible al movimiento. Todo el mundo sabe como usar un palo de golf o un guante de box en un juego de la Wii. Sólo haga oscilar el control.
Por mientras, en los cuarteles centrales de Sony, Kuturagi estaba demasiado ocupado en ver cómo podía expandir las otras tecnologías de la Compañía. La PS3 estaba para crear una gran base instalada para el formato Blu-ray, uno de los protagonistas de la guerra de los formatos de la Alta Definición. Todo bien si el usuario piensa comprar la PS3 como un reproductor de películas pero, las personas, han reclamado muchas veces que la velocidad de la unidad Blu-ray es demasiado lenta al hacer lo que las unidades ópticas de las consolas deben hacer: cargar juegos.
La PS3, según Sony, estaba (y está) para grandes cosas. Siempre ha sido un sueño, tanto para Sony como para Microsoft (creadora de la tercera consola del sector, la XBOX 360), que las consolas sean muy similares a un «caballo de Troya«. Uno las compra por los juegos, pero una vez al interior del hogar «invaden la vida». Se transforman en el cerebro del TV, en el centro de entretención, incluso en el principal centro de comunicaciones con funciones de telefonía IP y chat. Ellas convergen todas las necesidades tecnológicas de un usuario en una sola caja.
Nuevamente, Nintendo vio las cosas de diferente manera. La Compa