Hace un tiempo atrás, les contamos que los Estados Unidos no era el único país que mantenía vivo su programa espacial con planes para volver a pisar la Luna e para incluso llegar a Marte. En efecto, en esa oportunidad, les hablamos de Rusia y de sus intenciones de llegar a nuestro satélite natural en el año 2025, establecer una base allí y posteriormente llegar a Marte. Sin embargo, y tal como también se los indicamos esa vez, estos dos países no son los únicos con un sólido programa espacial, tal y como se los demostraremos en la siguiente noticia.
El programa espacial chino cuenta con una serie de experimentos científicos espaciales planeados para el futuro, pero uno de ellos ha llamado la atención a más de alguno.
El país quiere medir cada pulgada cuadrada de tierra en la superficie lunar, de acuerdo a lo indicado por un Oficial del Espacio chino. Un objetivo del proyecto será el conocer la cantidad de Helio-3, un isótopo no radiactivo crucial para la investigación de fusión nuclear, que se encuentra en la Luna.
Tiempo atrás, se reportó que el primer orbitador de China, el Chang'e I, será lanzado en alguno momento a finales del año 2007. Este orbitador será el responsable de tomar la mayoría de las fotografías que los investigadores chinos requieren para generar el mapa.
China, además, ya ha anunciado su dos principales hitos de exploración espacial: primero, el lanzamiento de satélites y naves tripuladas, y luego un ambicioso proyecto de probeta lunar. El país ha exitosamente puesto tres astronautas en el espacio y tiene planes para lanzar a varios más.
Un Oficial del programa espacial indicó que China no está compitiendo con otras naciones.
De acuerdo Hao Xifan, del Centro de Exploración Lunar de la Comisión de Ciencia Tecnológica e Industrial para la Defensa Nacional («Lunar Exploration Center of Commission of Science Technology and Industry for National Defense«),
«El programa chino lunar continuará a su propio paso – independiente de lo que otras naciones estén haciendo.»
El fuerte progreso del programa espacial chino, implica más preocupación sobre una posible carrera de armamento espacial entre China, Rusia
y Estados Unidos, sobre todo después que China logró destruir un antiguo satélite en órbita.