En un mundo donde los smartphones son imprescindibles para el trabajo, la comunicación y el entretenimiento, su resistencia al polvo y al agua es un factor clave. La certificación IP (Ingress Protection) mide esta capacidad, indicando qué tan bien protegidos están los dispositivos en diferentes condiciones.
Un smartphone con certificación IP68 está completamente sellado contra el polvo y puede resistir inmersiones de hasta 1,5 metros de profundidad durante 30 minutos, lo que lo hace ideal para usuarios que buscan mayor durabilidad en su equipo.
Un ejemplo de protección en este ámbito es el vivo Y19, que cuenta con certificación IP64. Esto garantiza total resistencia al polvo y protección contra salpicaduras desde cualquier ángulo, ofreciendo mayor seguridad en el uso diario.
Felipe Barra, Master Trainer de vivo Smartphone, señala que «el Y19 permite un uso sin preocupaciones cerca de la piscina, al lavar los platos o en la cocina. A medida que la certificación aumenta, también lo hace la resistencia del dispositivo».
Conocer la certificación IP de un smartphone ayuda a los usuarios a tomar decisiones informadas sobre su durabilidad y protección, asegurando un mejor rendimiento en distintas condiciones.