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Review eReader Boeye/Sibrary C63

Durante mi pequeño viaje a Computex pude conocer a la gente de Boeye, un fabricante de e-readers al por mayor que se especializa en llevar a cabo los diseños de sus clientes sin dejar de lado una pequeña línea de productos propios que no tienen nada que envidiarle a un Kindle, Nook o Sony Reader. Motivado por el económico precio y la necesidad de tener entretención para las más de cuarenta horas de viaje que me esperaban decidí dar el salto y comprar el C63, uno de sus modelos mas económicos esperando ver qué tal se comportaba mi nuevo juguetito.

Introducción

El catálogo de Boeye (o Sibrary si es su línea para consumidores) está lleno de productos  similares pero a la vez distintos, con un valor retail que varía entre los 100 dólares para sus modelos básicos y 200 dólares para un clon del Kindle DX. En versiones desde 4 hasta 32 GB con opción de agregar 32GB más mediante una tarjeta microSD, WiFi opcional, el mismo panel e-ink utilizado en el Kindle y una batería que aguanta 10.000 cambios de página las especificaciones están a la par de lo que hay en el mercado e incluyen un par de sorpresas más.

Primera Mirada

El lector tiene la misma pantalla de 6″ utilizada en los e-readers más famosos del mercado. Con una resolución de 800×600, 167 DPI, 16 niveles de grises y un contraste que engaña hasta al más experto de los observadores esta pantalla de tinta electrónica es imposible de distinguir del papel.

La tinta electrónica funciona con celdas y pigmentos metalizados de la misma manera que esas pizarras mágicas que todos tuvimos en nuestra infancia pero refinando el proceso un par de órdenes de magnitud. De esa manera tienes una superficie opaca que sólo necesita electricidad al momento de cambiar la página, se lee a la perfección bajo el sol y no se mancha como un LCD al pasarle los dedos, incluso si los tienes sucios con comida o maquillaje. El único problema es que si quieres leer de noche necesitas sí o sí una luz, ya sea portátil o de escritorio.

En la parte inferior tenemos los botones principales. En orden vemos Home, Menú, el D-Pad con el botón OK, el botón Back y Refresh.

En los lados vemos los botones para cambiar de página. Debido a mi apuro elegí el modelo mas básico sin controles táctiles ni WiFi, pero el tener los botones a ambos lados ni me hace extrañar la pantalla táctil de un Kindle Touch por ejemplo.

Arriba vemos de derecha a izquierda la toma para audífonos de 3.5mm, conector mini USB, botón de encendido y LED de encendido. Debemos decir que la construcción se siente sólida en su totalidad y no tenemos quejas al respecto.

La parte trasera tiene el slot engomado para la tarjeta microSD y un botón de reset por hardware. El anillo que se ve marcado es un borde interior que da paso a una indentación que permite el mejor agarre de la unidad, aunque se marca fácilmente si no usas el lector con una funda.

Interfaz y Operación

El dispositivo tiene todo lo que tiene un e-reader moderno. Soporte para Adobe DRM, PDF con reflow en el dispositivo, todos los formatos de libros electrónicos utilizados en la industria, junto a leer archivos de comic en CBZ siempre y cuando los renombres a ZIP. Otras funciones como rotar la pantalla, tomar notas y demases también están presentes.

El dispositivo viene precargado con muchos clásicos de la lectura en inglés mas un puñado de títulos en chino y ruso.

La lectura de archivos Office es posible pero al igual que el formato PDF la experiencia dista de ser ideal. De todos modos sirve lo suficiente para sacarte de un apuro si debes leer un documento desde tu teléfono o si no tuviste tiempo para convertir los apuntes de la clase a un formato más amigable con e-readers.

Opciones para gestionar notas, marcadores, configuración de página y el reproductor de música entre otras.

El WiFi y el navegador los pude probar en otros modelos y si bien funciona no es de gran utilidad, sobre todo porque tipear utilizando el D-Pad es dolorosamente lento. Con el modelo táctil o una versión con teclado es mejor, pero la utilidad es casi nula y sin un servicio como Whispernet de Amazon su utilidad es nula.

Lamentablemente no podemos proteger el lector con contraseña para evitar que un malandrín lo reduzca fácilmente en el mercado informal pero sí podemos colocar cualquier imagen (o una serie de ellas)  como fondo de pantalla, lo que es muy útil para apelar a la bondad de alguien en caso de que lo llegaras a dejar en la sala de clases, oficina o avión.

Experiencia de Uso

Nunca fui un lector muy ávido y creo que la razón número uno es que me incomoda tener que usar ambas manos para leer. No me gusta eso de tener que estar batallando con el viento para que las hojas no se te muevan o que si el papel es muy barato se raje con mirarlo (comentario iracundo dirigido a todas las editoriales que lanzan clásicos en formato para escolares). La facilidad, rapidez y sencillez del C63 han hecho que lea por montones y puedo devorar fácilmente un libro a la semana sin darme ni cuenta.

El soporte para PDF está lejos de ser ideal, pero es igual de horrible en todos los lectores del mercado debido a lo asqueroso que PDF es como formato. Tu mejor opción es utilizar Calibre o MobiPocket para convertir los archivos a epub y disfrutar de todas las opciones como cambiar fácilmente el tamaño del texto, los márgenes y otros.

Por defecto el lector no mostrará bien caracteres en español como la Ñ, por lo que debes cambiar la fuente por defecto en las opciones. Esto se compensa con un excelente menú en español, algo extraño de ver en dispositivos asiáticos donde muchas veces incluso en inglés es difícil de navegar. Puntos extra para Boeye en ese sentido.

Incluso bajo luz directa es legible

Tal como mencionamos en el apartado de WiFi y navegador este no es el dispositivo ideal si debes tipear mucho. Esto va también para abogados, profesores y otros profesionales que utilicen el lector como material de referencia ya que perderán mucho tiempo tipeando. En ese caso es mejor ir por un modelo con teclado como el V69, G10 o G6.

Conclusión

Boeye es una empresa que merece aplausos por todos lados. Tienen diseños propios (aunque hay unos que se parecen demasiado a la competencia), un software excelente con una muy buena localización al español, autonomía que iguala o supera a la del Kindle, expansión de memoria y reproductor de audio ideal para cursos en audiolibros con material de apoyo escrito.

Las únicas quejas para el dispositivo es la falta de la Ñ en la fuente por defecto, lo que puede complicar a nuevos usuarios y no poder colocarle clave al dispositivo para quienes queremos resguardar al dispositivo de amigos de lo ajeno o esconder las novelas picaronas de los acusiosos ojos familiares.

¿Compraría o recomendaría este producto? Mil y un veces sí. Excelente software, hardware y construcción hacen del Boeye C63 uno de los mejores lectores en el mercado y en muchísimos aspectos superior al Kindle si es que acceder a la tienda desde tu dispositivo no es un punto esencial para tí.

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